¿Qué
es estimulación temprana?
Lo definen como el tratamiento realizado
durante los primeros años de vida del niño y pretende enriquecer y estructurar
el medio, estimular que incide sobre el niño y que pretende lograr el máximo
desarrollo en este. Para lograrlo el programa incluye típicamente un material y
unos ejercicios estructurados en relación con las diferentes áreas del
desarrollo infantil (Áreas motoras, perceptivo cognitiva) con el objeto de potenciar
el desarrollo armónico de estas.
El cerebro humano alcanza el 90% del tamaño adulto a
los cinco años, estos cambios progresivos aseguran que aquellas conexiones que
se conservan entre las neuronas, sean las más eficientes para recibir y
analizar la información que llega al cerebro.
El aprendizaje y la estimulación medioambiental juegan
un papel fundamental en el número y fuerza de las conexiones neuronales
establecidas ya que es a través de la experiencia, que algunas conexiones serán
eliminadas y otras fortalecidas, lo cual se traduce en cambios notables en la
conducta.
Cuando hay poca estimulación del medio ambiente en
esta etapa temprana de desarrollo se afectan también etapas posteriores ya sean
en el aspecto cognoscitivo o físico, como ya se había mencionado anteriormente.
Áreas
de estimulación según cabrera, M.C y Sánchez.
Área
motora: los ejercicios van orientados a conseguir el control
sobre su propio cuerpo.
Cuerpo: Tono muscular, equilibrio,
comprensión de relaciones espacio-temporales.
Perceptivo
cognitiva: Engloba todas las actividades que van a favorecer el
desarrollo de las estructuras cognoscitivas.
Área
de lenguaje: La estimulación en este apartado encamina
a conseguir desde las primeras manifestaciones del pre lenguaje hasta la
completa comprensión por parte del niño.
Área
social: se orienta a proporcionar el mayor grado de autonomía
e iniciativa posible en lo referente a los hábitos básicos de independencia personal, así como una conducta social normal.
¿Porque es importante la estimulación temprana?
El bebé nace con un
rico potencial de desarrollo que es importante promover durante los primeros
años de vida. El desarrollo depende de dos tipos de factores; por un lado, los
internos que se refieren a la información genética que trae consigo el niño y,
por el otro, los factores externos como son la alimentación, los cuidados
generales y la estimulación que recibe de su entorno.
Los primeros años de vida son
fundamentales en la vida del niños, ya que el cerebro se va desarrollando a
pasos agigantados generando células corticales, nuevas conexiones neuronales y
mielina, una sustancia que permite la comunicación entre las neuronas. Es en
este periodo en que la estimulación temprana, entendida como "el conjunto
de acciones tendientes a proporcionarle al niño las experiencias que él
necesita desde su nacimiento para desarrollar al máximo su potencial" es
muy importante. Si faltan los estímulos apropiados, las posibilidades que tiene
el niño de desarrollar al máximo ciertas capacidades, habilidades y facultades
se desvanecen gradualmente.
Los adultos que están cerca del niño,
generalmente los padres, pueden motivar o inhibir el potencial de desarrollo,
dependiendo de las oportunidades y el ambiente que se ofrezcan.
Cuanto más rico sea el ambiente de
un(a) niño(a) y cuanto más se le permita recoger experiencias adecuadas al
proceso de maduración propio de cada uno, mejor aprenderá y más se desarrollará
su facultad de aprender, pero si no se le ofrece la oportunidad de ganar nuevas
experiencias aprenderá a no aprender.
La variedad de experiencias
significativas que tenga él o la niña no solo le permitirá familiarizarse con
su medio ambiente, sino que gana también conocimientos acerca de sí mismo y
sobre el uso de su cuerpo. Si las primeras experiencia son las adecuadas, se
convierten en una base sólida sobre la cual el aprendizaje posterior resulta
mucho más rápido, fácil y significativo.
Objetivos de la estimulación temprana:
- · El objetivo de la estimulación no consiste en acelerar el desarrollo, sino reconocer y promover el potencial de cada niño o niña.
- · No todos los niños son iguales, y los padres deben respetar en todo momento las características individuales de su hijo y su propio ritmo de aprendizaje.
- · Hay que proporcionarle al niño el máximo de oportunidades para que adquiera una gama variada de experiencias significativas.
- · No se debe forzar a un niño para que realiza una actividad, hay que motivarlo y estimularlo para que se entregue a ella.
- · Es importante reconocer cuando el niño necesita ayuda, pero la intervención del adulto debe de ser mínima, y a que él o ella aprende de sus mismos errores.
- · Un vez que el niño ha adquirido una habilidad determinada bajo ciertas circunstancias, hay que ofrecerle nuevas oportunidades para que la aplique en contextos diferentes.
- · El aprendizaje debe estar asociado con el placer.
- · La Educación ha de empezarse desde los primeros días de nacido el bebé.
Recomendaciones para padres de
familia acerca de la estimulación temprana por la psicopedagoga: Mónica S. Florido
1. La estimulación temprana se debe entender como un juego, un momento lúdico y
divertido que pasaremos con nuestro hijo.
2. La estimulación temprana se basa en otorgar a los niños y niñas experiencias
enriquecedoras para su desarrollo. No se trata de que reciban un bombardeo
de estímulos confusos.
3. No hay que
forzar en ningún momento al niño para hacer los ejercicios estimuladores. Si no
le apetece, o el juego no le parece divertido, lo dejaremos inmediatamente.
4. La estimulación temprana no crea “superniños”, sólo ayuda a mejorar y
potenciar los aprendizajes futuros.
5. No se trata de hacer las cosas por el niño/a. Es
primordial que él o ella adquieran los aprendizajes, puesto que, entre otras
cosas, nuestra intención es crear la facultad de autonomía e independencia que
precisan los pequeños.
6. Es necesario
dejarle explorar y actuar según sus necesidades. No podemos dirigir todas sus
acciones.
7. El tiempo que
dediquemos a la estimulación del bebé debe estar relacionado con la
edad y con las características de los niños. Sin embargo, por lo general, con
20 ó 30 minutos diarios, es suficiente.
8. No todos los
niños siguen el mismo desarrollo, ni el mismo ritmo.
9. La aprobación de
los padres no puede depender de sus aprendizajes. Es más necesario el cariño y
el afecto por parte de los padres, que la desaprobación por no saber hacer algo.
10. Es preciso reforzar en todos los aprendizajes. La única forma
saludable de aprender es a través del cariño, no con la obligación.
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